Pregunta: ¿cuántos Wal-Marts se necesitan para cambiar un bombillo? Respuesta: 3 230. La historia que hay detrás de esta anécdota es interesante. Tiene que ver con el interés de Wal-Mart por ahorrar energía, con lo cual no solamente le hicieron un favor al medio ambiente y a sus clientes sino a sí mismos. Allá por el año de 2008, se dio una conversación en Wal-Mart sobre la nueva tecnología de bombillos de luz fluorescente compacta (CFL), que les permitiría a los clientes ahorrar dinero en las cuentas de electricidad. Alguien preguntó: “por pura curiosidad, ¿qué diferencia veríamos si cambiamos los bombillos incandescentes en todos nuestros ventiladores de techo y ponemos bombillos ahorradores?”. Al parecer, un almacén típico de Wal-Mart en los Estados Unidos tiene diez ventiladores de techo, cada uno de los cuales utiliza cuatro bombillos. Eso equivale a un total de cuarenta bombillos por almacén, multiplicados por los 3 230 almacenes que tienen en el país. Alguien se puso a hacer las cuentas en el respaldo de un sobre y se encontró con la asombrosa cifra de seis millones de dólares en ahorro de energía, simplemente cambiando los bombillos incandescentes por ahorradores, en todas las tiendas de Wal-Mart.

Our educational systems need to give young people the opportunity to plug into curriculums that encourage them to rise to their full potential, take risks, embrace failure, and challenge the established norms wherever and whenever they can. The leaders of tomorrow will be so much more effective if they are taught to retain and refine that childlike curiosity for the unknown, rather than having it ‘schooled’ out of them, as seems still to be the case today in so many schools and universities. Secondary education should be encouraged to place greater emphasis on developing emotional intelligence, critical thinking, and real-life problem-solving skills – algebra and calculus don’t cut it – all of which are key traits of successful entrepreneurs and indeed successful adults in any walk of life.

estado tan peligroso que consiste en creer que uno está haciendo bien las cosas si no está peor que la competencia.